El infinito en un junco
Irene Vallejo
Como si pasaeras una suave tarde de primavera dejándote llevar por el frescor y los olores propios de ese tiempo, así es la lectura de la obra de Irene Vallejo El Infinito en un junco. Se trata de la historia del libro en los primeros siglos de nuestra civilización o lo que es lo mismo en el mundo antiguo, pero Irene Vallejo lo hace de una manera tan amena, suave, sublime, sencilla y amable que auténticamente te entristece llegar al final de sus páginas. Le ha valido el premio Ensayo 2020 y otros muchos premios más, pero eso lo puedes leer en cualquier referencia.
Y cierto que es aconsejable su lectura pero sobre todo y por encima de los motivos propios que puede tener todo buen libro, este te ayuda y mucho para con estos tiempos en los que vivimos. Su lectura te animará a frenarte en el tiempo, un tiempo que nos lo tomamos demasiado rápido y especialmente de forma muy banal.
Ahora que existen otras formas y maneras de entretenimiento como por ejemplo la televisión, a la que personalmente le otorgo el calificativo de auténtico espanto, especialmente canales como TV5, la Sexta y alguna otra más, El infinito en un junco, aparece como un deseo exquisito a leer desde una invitación educada a que te introduzcas en las bibliotecas de Alejandría, pasees por las calles de Roma buscando a vendedores de papiros, experimentes la evolución del medio que transpostar a la letra, a la idea, a la imaginación y que ahondes en el susurro que tantos autores nos quieren decir cuando escriben un libro.
Me vale además para evadirme de tanto surrealismo en el que estoy inmerso por lo aburrido de lo cotidiano: políticos mentirosos, mercancía de ideas al servicio de los mismos, chismosos emprobrecidos por la envidia, usurpadores de profesiones, farsantes de la escritura -de los que por cierto también da ella buena cuenta en su obra a lo largo de los siglos- y pseudoinvestigadores de pacotilla que se creen los Homero de la actualidad.
Por aquí es por donde queremos "tirar" con este blog vinculado a la página web Hacerse Historia e ir vertiendo algo de reflexión para compartir con ustedes, siempre con el deseo de animarles a la noble y antigua tarea de la lectura, como demuestra Vallejo en este libro que es indudablemente el oficio de lector.
Y si lo desean, pueden compartir sus comentarios en este mismo Blog, comentarios obviamente de la referida obra y de otras que irán surtiendo nuestro quehacer diario en el pausado y marvilloso caminar de la lectura con el buen amigo que siempre es el libro: un buen libro claro. De los otros ya iremos también hablando.
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